Puebla, 7 Sep 14 (Notimex).- Cuando vi por primera vez a “Lisa Simpson” que tocaba su saxofón, dije “yo también quiero aprender a tocarlo”, confesó Ana Sofía Cruz Gómez, una pequeña de 13 años de edad y quien desde hace dos años forma parte del Centro de Capacitación de Música de Bandas (CECAMBA) en Puebla.
Originaria de la comunidad de Cacaloxuchitl, perteneciente al municipio de Huaquechula, todos los jueves viaja 90 minutos en autobús para llegar a la ciudad capital y formar parte de los ensayos de la primera Banda Sinfónica Femenil, mientras que el resto de la semana lo hace en su centro de capacitación de su comunidad.
Sin tener una sola idea de cómo tocar el saxofón tenor, fue bien recibida en el Centro de Capacitación de Música de Banda (CECAMBA) que forma parte del programa del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Puebla (CECAP), donde a los 9 años comenzó de cero y poco a poco, con disciplina y esfuerzo, ha llegado a interpretar “Canción Mixteca”, ella sola en los escenarios.
“Al principio fue difícil porque no aguantaba el instrumento, pero después me fui acostumbrando. El instrumento me fue reconociendo y ahora ya no me pesa”, relató en entrevista para Notimex la recién egresada de nivel primaria.
Al principio como no sabía nada de música, los sonidos que emitía eran raros, y conforme fue practicando del saxofón ya salía sonido armonioso. Ahora interpreta boleros, pop latino, “Norma, la de Guadalajara”, “Zacatlán”, “Hawaii 5.0”, y muchas más.
En casa de Ana Sofía es la única que toca un instrumento musical y es el orgullo de sus dos hermanos y su mamá, quienes le reiteran que debe seguir avanzando poco a poco y siempre dando el mayor de sus esfuerzos.
“La primera vez que salí al escenario tenía náuseas, estaba muy nerviosa y me sudaban las manos, pero después de interpretar las primeras tres melodías me fue tranquilizando poco a poco hasta lograr disfrutar la presentación. Terminé muy contenta porque el escenario estaba completamente lleno”, recordó.
A decir de la pequeña, era bastante hiperactiva, pero con la música se fue relajando. Además, al aprender ser disciplinada y constante, sus calificaciones de la escuela mejoraron mucho hasta lograr promedios de 9.
Ximena Yael Doroteo Uriales, de 11 años de edad, quien también forma parte de la Banda Sinfónica Femenil del CECAMBA, coincide en que la música les ha permitido ser más responsables, más sociables y conocer diferentes lugares.
Ximena toca el clarinete desde los cinco años de edad porque veía como su prima lo hacía, entonces el amor a este instrumento despertó en ella, le gustó mucho, y desde los siete año ingreso al CECAMBA en esta ciudad capital.
A diferencia de Ana Sofía, quien aspira estudiar Ingeniería Química, Ximena asegura que seguirá estudiando música porque no se imagina haciendo otra cosa.
“Amo la música, amo el sonido del clarinete, y hasta me gustaría aprender a tocar otro instrumento. Han pasado cuatro años desde que ingresé al CECAMBA y todavía me acuerdo de la vez que debutamos en el auditorio “Francisco Javier Clavijero” del Instituto Cultural Poblano”, expresó.
Liliana Mejía Velázquez, directora de Percusiones en el CECAMBA, dijo que este centro cuenta con varias bandas juveniles en el estado y también trabaja en el rescate de las Bandas de Viento de comunidades marginadas.
En todo el estado cuenta con cerca de 600 niños y de todos ellos se conforman tres bandas: Banda Infantil y Juvenil (es mixta con niños que van de los 7 a 18 años), Banda de Ensamble Especial (que se conforma tanto de maestros como de alumnos destacados), y la Banda de Mujeres (conformada por solo niñas de los centros de CECAMBA, entre 10 y 18 años de edad).
En el caso de ésta última, se conforma en su mayoría por niñas de comunidades de escasos recursos como Chigmecatitlán, Cacaloxuchitl, Huaquechula, Ciudad Serdán, Santa Clara Huitzilpetec, y el resto del municipio de Puebla.
Las pequeñas ensayan en Puebla capital sólo los días jueves de 16:00 a 19:00 horas y el resto de la semana ensayan en sus respectivas comunidades incluyendo los fines de semana. En promedio de 8 a 15 horas por semana deben estar practicando con los instrumentos que sin costo alguno les presta el CECAMBA.
La joven de 23 años de edad, próxima a terminar la Licenciatura en Percusiones, comentó que a nivel nacional solo en el estado de Oaxaca hay una banda de mujeres, por lo que Puebla será la segunda entidad que cuente con una representación de mujeres en la música.
Las alumnas han aprendido temas hechos para mujeres o hechas por mujeres como: “Cielito lindo”, “La Rielera”, “La Adelita”, también de música más popular y algunos otros del artista canadiense Michael Bublé.
“CECAMBA lleva trabajando 14 años y ha sido un semillero de artistas, de músicos de banda a nivel nacional. Algunos de sus egresados forman parte de orquestas como la Orquesta Infantil y Juvenil del Estado de México, o de la Banda Infantil y Juvenil de México”, dijo la egresada de la tercera generación del CECAMBA.
Subrayó que la Banda Sinfónica Femenil se conforma por cerca de 30 niñas y mujeres, la mayor parte provienen de la Chigmecatitlán, ello se debe a que fue el primer centro del CECAMBA que se abrió en esa región mixteca del estado con el fin de preservar la música de banda, y que entonces sólo era interpretada por hombres.
Al paso del tiempo se dio oportunidad para que las mujeres aprendieran a tocar un instrumento y mantener viva la tradición en sus pueblos, desde entonces el semillero de nuevos talentos en la música va en incremento.
Quienes deseen formar parte del CECAMBA deben asistir a los ensayos los lunes y miércoles, de 16:00 a 19:00 horas, y no es necesario que ya sepan tocar algún instrumento. Las clases no tienen costo alguno y los instrumentos son prestados a los alumnos.
“La recomendación a los padres de familia es que dejen a los niños estudiar música, “cuando los niños tienen un contacto con el arte se vuelven seres más sensibles, muy nobles y tranquilos y disciplinados”, indicó Liliana Mejía Velázquez.
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